Todo comenzó a inicios del 2021 cuando So y Jess empezaron a reunirse semanalmente para discutir y supervisar casos de consultantes que veían cada una. Si bien se conocían de la Universidad, la DBT fue verdaderamente lo que las unió, tanto como terapeutas como consultantes. Dos meses después se unió Joy, coincidiendo en una formación que llevó con Jess en EMDR. Las consultorías semanales empezaron a ser más formales y siguiendo el tratamiento estándar de la terapia.
Si bien ya nos encontrabamos encaminadas en difundir y brindar un servicio de psicoterapia basado en la evidencia, teníamos aún en mente formalizarnos y darnos a conocer mucho más. Es así que a finales del 2021, registramos la empresa y se crea formalmente OLA DIALECTICA DBT SRL. Ese fue el inicio de muchas cosas que vendrían más adelante.
Ya las manos nos quedaban cortas con los consultantes que llegaban a través de nuestras redes sociales y se unió Mafe al equipo. Por más que se vea un centro como netamente atención psicológica, tenemos que entender que hay mucho más detrás de ello. Organización, repartición de funciones, preparación de material y más cosas son algunas de lo que lidiamos en el día a día.
A la fecha, tenemos más de 80 consultantes en el centro, 4 horarios de entrenamiento en habilidades DBT, consultorías semanales y 1 grupo de familiares y allegados en camino. Además, se sumaron al equipo Mariela, Vanessa y Sofía, siendo un total de 8 terapeutas! El camino no ha sido fácil, pero tampoco imposible.
¿Qué nos hace diferentes? Que acompañamos consultantes de manera horizontal y desde la genuinidad misma. Como ex consultantes entendemos el duro proceso de lo que es tener desregulación emocional, TLP, ansiedad y otras condiciones y lo importante que alguien que te acompañe en el proceso lo entienda a sinceridad. Probablemente la vida a veces sea injusta, dolorosa y desesperanzadora, pero intentar hacer las cosas que funcionen, aplicar habilidades y hacer lo que sea sabio y efectivo, puedan ser cosas que nos acerquen a alcanzar una vida que valga la pena ser vivida.
